Le he prendido fuego a la ausencia. Así sin más. Y las cenizas no arden.
Asi que estoy vacía, vacía como el esqueleto de un mamífero en mitad del desierto. Vacía y con jirones de piel putrefacta entre la caja torácica.
Pero a la vez me voy llenando.
Eso me basta para saber que prefiero ser un agujero podrido lleno de nicotina a un pájaro en una jaula de oro.
Mejor un camino torcido que de regresión(Lilith antes que Eva.)
Sólo queda prenderle fuego a la abulia.
Tal vez entonces sea tormenta.
2 comentarios:
¡Quien no iba a querer ser una tormenta de verano! Pero lloviendo sobre secano.
Simbolismos
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