Duelen los conceptos , que lloran sangre en algún punto cardinal de la explanada.
Se resquebraja el hueso-reloj a martillazos.
Las piedras revientan en el vacío, dejando el revés de las costillas cubierto de metralla purulenta.
Lanzamiento de limón a la espalda.
No. Mentira. Estaba ahí.
De las manzanas podridas al surgimiento del roble solo hay tres pasos por yesca ardiendo y suelo quemado.
Tengo sal en las raíces.
Pero si cortas una rama, saldrán dos.
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