1.5.13

Hay varios torrentes de agua que giran en mi cuarto,
Se encuentran, se entrelazan, lo destrozan todo,
una espiral de Fibonacci comienza a surgir en el eje central.

Se expanden, se rebosan por la ventana, me están destrozando los huesos.

Y después cuando me han despellejado, convertido en un pelelé a merced de las corrientes,
se van. Se diluyen. Como fango.

Mierda en todo el jodido suelo. Que luego, cómo no, tengo que fregar yo,
yo... que me he dejado la piel en sobrevivir al naufragio...

1 comentario:

Desidia dijo...

Es lo que tienen, llegan de repente, sin aviso alguno y se van dejando todo destrozado. Con el alma en vilo.