27.11.14

Buenos días, Capitán.

Sobre los charcos la rueda resbala.
He pasado sobre hojas secas y húmedas que no eran las mismas que las que yo iba recordando. Una ciudad. Dos ciudades. Cielo de ciudad. ¿Ves el paisaje? Está ahí.  La pupila será comida para nubes.Todo será comida si asumimos que no somos nada.

No somos nada.
Ninguno es nada.

Tengo algunas cosas tan digeridas que desde las vísceras noto el hambre a cosas nuevas. Flashes lisérgicos y tinta, O grafito. O vibración. Cualquier cosa que produzca un fénomeno phi en el cuarto y que me arrastre al état second. Al allí. 

Para que el Langeweile no instale nidos en las esquinas del techo.

Si me voy y no vuelvo es por que he empezado a pensar en idiomas que no existen.
Lo siento.
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